Cuadro decorativo – Somos el cielo en la tierra.

La obra presenta una pareja desnuda, símbolo de vulnerabilidad, autenticidad y unión primordial. Entre ellos, una estrella que guía, un arcoíris que anuncia esperanza, y un humano en posición fetal dentro de una gota que representa el renacimiento y el potencial de la vida. El útero, matriz creadora, junto a la mariposa —emblema de transformación, alma y libertad—, revelan la conexión profunda con el ciclo de la vida, la creación y la transformación constante.

Esta imagen invita a reconocer que en la unión sagrada del hombre y la mujer reside la chispa primordial que da origen a la existencia. Somos el puente viviente entre el cielo y la tierra, portadores de una fuerza creativa ancestral.

«En el centro de todo inicio, la luz se abre paso entre la vulnerabilidad y la fuerza. Aquí nace tu esencia, envuelta en la promesa de transformación y vida.»